NURIA MORENO

¡Hola! Soy Nuria y quiero contarte cómo he llegado hasta aquí.
 

El día en que mi mentor me dijo, deja ese trabajo ya mismo, no tiene nada que ver con tus talentos, ni  con quién tú eres, ni con lo que tú puedes aportar, ni con lo que te hace feliz, que según él era asesorar alta dirección, le contesté, de acuerdo, pero dime una cosa, asegúame que no tendré que hablar en público. Y él obediente, eso me dijo. Con la boca pequeña claro… (risas).

 

 

Ironías de la vida, no solo tuve que hablar en público sino que ahora me dedico a ¡enseñar a hablar en público! Pero el día en que me vi a misma asesorando directivos y sentí como fluía y cómo me sentía, simplemente flipé. Flipé conmigo misma y flipé con Manuel. No sé cómo pudo verlo, pero acertó. Y tuvo la fuerza, la convicción y el poder de que creyera en él.

 

Siempre he sabido que tengo un don en detectar talentos y en impulsar a las personas a ir a mejor. Porque me pasa todo el rato y en todas partes. Las personas me cuentan cosas que nadie más sabe, o se acercan a mí porque necesitan una información especial. Esto es algo habitual.

 

Lo que no sabía es cómo, de qué manera, con qué herramienta podía trabajar, y así es cómo llevo 20 años de formación en herramientas de desarrollo personal a mis espaldas. En aquel momento elegí la Comunicación No Verbal (CNV) para trabajar en el desarrollo de las personas. Y ahora, después de más de 11 años, la CNV se ha convertido en un scanner a través del cual en pocos segundos puedo ver muchas cosas en las personas para ayudarlas.

En cualquier caso, no hace falta que diga que el mercado laboral no busca expertos en CNV, así que lo primero que tuve que hacer para hacerme visible fue dar una conferencia en el WeZink Center de Madrid. 

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Así me estrené y luego empezaron a llamarme de programas de televisión. Y cosas muy increíbles empezaron a ocurrir como que he terminando asesorando no solo directivos, sino también poílticos, celebridades y presentadores de TV. Aunque para mí todas las personas son igual de interesantes, e igual de importantes, un mundo a descubrir.

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Manuel tenía razón, esa era yo. No tenía que esforzarme en absoluto y a cambio disfrutaba muchísimo. Era simplemente maravilloso. Pero lo más impresionante de todo es comprobar cómo tus miedos más profundos te pueden catapultar mucho más lejos de lo que nunca creíste poder llegar. Y cómo desde ahí, todo es mucho más fácil de lo que tanto temías. Por eso, te animo a hacer lo mismo. Nuestras emociones nos guían bien. Atrévete a apuntar muy alto, entrar en el miedo, desplegar tus dones y tus alas, soltar, fluir, volar y llegarás mucho más allá de donde nunca osaste soñar, porque es entonces cuando la vida es magia.

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¡Te ayudo a lograr tu sueños!

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